De acuerdo con la información proporcionada por el Observatorio Volcánico de los Andes del Sur (OVDAS) del Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN), mediante su Reporte de Especial de Actividad Volcánica (REAV) emitido la presente jornada, el Volcán Láscar mantiene su nivel de alerta técnica en Naranja[1].
En relación con el último Reporte de Actividad Volcánica (RAV), se indica que posterior a la ocurrencia de pulsos eruptivos de menor energía (10 de diciembre de 2022 y 06 de enero de 2023), desde el 27 de enero el volcán Láscar comenzó a mostrar señales sísmicas de mayor magnitud y distintas a las habitualmente observadas durante estos 10 años de registro instrumental. Los tamaños y generación de esta sismicidad, principalmente vinculada con la dinámica de fluidos al interior de los conductos, podrían ser coherentes con la desestabilización de un cuerpo magmático remanente, posiblemente alojado en niveles superficiales del sistema volcánico.
Esta nueva etapa se caracteriza, además, por ausencia en cambios significativos de la actividad superficial y de deformación. Con base en lo anterior, y en las características de la sismicidad registrada, se infiere un cuerpo magmático somero.
En caso de originarse una erupción, el escenario proyectado más esperable correspondería a la generación de pulsos eruptivos con características menores. Sin embargo, no se descarta la evolución hacia eventos explosivos de mayor magnitud, gatillados por un destapamiento a nivel superficial. En primera instancia, la zona de potencial impacto de esta actividad podría alcanzar un radio de 10 kilómetros con centro en el cráter activo.
En su desarrollo, este proceso podría generar un evento eruptivo mayor, sin mostrar señales precursoras claras, cuyos productos más destructivos (flujos piroclásticos) podrían viajar a altas velocidades, siendo necesaria una respuesta rápida de las personas en las zonas expuestas hacia los sitios determinados de menor peligro. Se recomienza considerar las zonas susceptibles de ser afectadas por procesos volcánicos intempestivos para el desarrollo eruptivo actual de acuerdo al mapa adjunto.
En consideración a estos antecedentes técnicos proporcionados por SERNAGEOMIN y en coordinación con la Delegación Presidencial Regional de Antofagasta, la Dirección Regional del SENAPRED mantiene la Alerta Amarilla, para la comuna de San Pedro de Atacama, por actividad del Volcán Láscar, que se encuentra vigente desde el 26 de enero.
Por su parte, SERNAGEOMIN ha establecido la zonificación de peligros, considerando como zona de probable afectación por productos volcánicos un radio de 10 kilómetros desde el centro del cráter activo del volcán. Mientras que el SENAPRED mantiene un Perímetro de Seguridad en un radio de 10 kilómetros, alrededor del cráter del Volcán Láscar, a fin de evitar el acceso al sector.
Finalmente, SERNAGEOMIN continúa la vigilancia permanente del volcán en línea y la Dirección Regional del SENAPRED mantendrá las coordinaciones con los integrantes del Sistema Regional de Prevención y Respuesta ante Desastres para alertar oportunamente y dar adecuada respuesta ante eventuales situaciones de emergencia producto de la condición volcánica.
[1] Alerta Técnica en Nivel Naranjo: comprende variaciones significativas en el desarrollo del proceso volcánico derivadas del análisis de los indicadores de los parámetros de vigilancia, por ende una erupción probable, se podría desarrollar en un periodo de días o semanas.